La nueva
jardinería impulsada por el Ayuntamiento de Almeida premia la pavimentación del
suelo.
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Las obras de
remodelación del parque de Aluche han sustituido suelo natural por zahorra
compactada.
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Colectivos
vecinales y ecologistas denuncian daños en el arbolado, eliminación de zonas
verdes y empobrecimiento del suelo.
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Reclaman el
cese inmediato de esta tendencia por parte de la administración municipal a
sellar áreas ajardinadas que se está aplicando de manera sistemática por todo Madrid.
25/01/2023
Las obras de remodelación del
parque de Aluche es un claro ejemplo de la nueva forma que tiene el
Ayuntamiento de Madrid de gestionar los espacios públicos ajardinados. La
semana pasada, colectivos ecologistas y organizaciones vecinales comprobaron
con indignación como gran parte de los suelos naturales del parque fueron
sustituidos por zahorras compactadas. Las obras que se está llevando a cabo
afectan a algo más de una tercio de las 15,96 hectáreas del parque y consisten, según el proyecto de “Mejora del Parque
Aluche y creación de un área de juegos inclusivos”, con un presupuesto de
570.101,97 euros, en pavimentar, mediante el uso de zahorra artificial, eliminando
alcorques, zonas verdes y suelo natural.
Zahorras compactadas: un problema para la jardinería
El uso tan amplio de la zahorra
se debe a que se le atribuyen varias cualidades: Es un material relativamente
económico, tiene gran versatilidad, es sencillo trabajarla, no hay dificultad
para obrar con ella, ya que sólo es necesario saber su granulometría y
humectación para una aplicación correcta, su mantenimiento es sencillo, y
además tiene una compactación elevada. Todas estas ventajas hacen que las
empresas y licitadores de obras le salga rentable su uso. Prefieren abaratar
costes que realizar un tipo de jardinería más natural y ecológica, que sale
algo más cara, pues requiere de la aplicación de nuevas técnicas de actuación,
más horas de trabajo y más personal en plantilla.
El Ayuntamiento de Madrid defiende la operación alegando que el uso de
dichas zahorras mejorará el drenaje de agua impidiendo la formación de charcos
y barro en superficie. Existen serias dudas ante este hecho, dado que el
sustrato comprimido contribuye al sellado del suelo. Esto además ejemplifica la
razón por la que se están realizando estas obras, que no buscan la mejora del
parque como área ajardinada, sino facilitar el mantenimiento del mismo ante la
acumulación de aguas pluviales.
Alternativas
adecuadas
El Ayuntamiento también afirma que no se han perdido zonas verdes, ya
que sólo se ha actuado en zonas que no tenían plantaciones previas. Esta
afirmación es falsa, ya que las obras incluyen la eliminación de alcorques
corridos y jardineras. Además, los suelos sustituidos, aunque no contaban con
plantaciones gestionadas por el Ayuntamiento, al tratarse de suelo natural,
tenía una alta presencia de vegetación adventicia o espontánea. Todos estos
resquicios de naturaleza emergente han sido eliminados por las obras, y el
tratamiento del suelo impedirá su reaparición.
Las organizaciones ecologistas reclaman que una zona verde debe
pensarse siempre como espacio naturalizado, en convivencia con actividades
recreativas, pero no sólo como superficie transitable hermética. La solución
para impedir la formación de barrizales debe basarse en la renaturalización del
área, con el uso de plantaciones que cubran el suelo empobrecido, fijando el
terreno y contribuyendo al intercambio de nutrientes con el subsuelo,
regenerándolo y facilitando la infiltración de agua natural.
El problema de acumulación de aguas pluviales en la zona está
intrínsecamente ligado a la historia del lugar. El parque de Aluche ocupa el
trazado histórico del arroyo Luche, que da nombre a todo el barrio. La
artificialización de la red de arroyos está detrás de muchos de los problemas
causados por inundaciones en Madrid en episodios de lluvias concentradas. Por
ese motivo, la respuesta a estas realidades debe pasar por la renaturalización
de la red de arroyos, recuperando en la medida de lo posible su estructura
ecológica natural, mediante zonas verdes que combinen estratos de herbáceas y
arbustivas creando ecosistemas complejos que además fomenten la biodiversidad.
Ausencia de alcorques
La compacidad elevada provocada
por la zahorra es también un grave problema para los árboles que quedan dentro
de su área. Limita el transporte de agua y aire, impidiendo el
crecimiento de las raíces y puede causar deficiencia de oxígeno al disminuir el
tamaño de los poros grandes, macroporos. Como resultado las raíces se ven
comprimidas a causa de menor diámetro de los poros.
Este problema se incrementa por
la falta de alcorque en el arbolado que queda dentro de la zona pavimentada con
zahorra. Se está compactando el suelo hasta la misma base del árbol, sin dejar
el espacio necesario alrededor del mismo para su protección. Recordamos que el
propio Ayuntamiento en la proposición nº 2021/8000215 de febrero de 2021,
aprobó por unanimidad una iniciativa presentado por Más Madrid y transaccionada
por el resto de grupos políticos del Ayuntamiento con el objetivo de
recuperar e incrementar el número de árboles de la ciudad de Madrid,
así como mejorar su estado vital.
En los puntos 6 y 7 de esta iniciativa aprobada por el pleno se
especifica revisar los criterios que se tienen en cuenta para valorar si un
alcorque debe o no ser propuesto para clausurar y que se proceda a plantar 10
árboles por cada alcorque clausurado dentro del Plan Alcorque Cero.
Un modelo de jardinería equivocado
Las organizaciones
sociales y ecologistas: Asociación de Vecinos de Aluche, Entorno Meaques
Retamares, Mesa del Árbol de Carabanchel, Salvemos la Casa de Campo, TREPA,
(Trabajadores especializados en Poda y Arboricultura) ARBA, (Asociación para la
Recuperación del Bosque Autóctono) Arriba las Ramas, GRAMA, (Grupo de Acción
para el Medio Ambiente) y Ecologistas en Acción Madrid, se oponen a la nueva
política de diseño en zonas ajardinadas y plazas que está llevando a cabo el
consistorio madrileño. En el contexto actual marcado por una crisis ecológica
global, nuestra ciudad, Madrid, gravemente afectada por la pérdida de
biodiversidad y los efectos del cambio climático, debe avanzar en la
renaturalización de su tejido urbano y la ecologización de su trama verde.
Mientras que por un
lado el Ayuntamiento de Madrid presume de innovación ecológica planteando
invertir treinta millones de euros en reverdecer más de 100.000 metros
cuadrados de hormigón, instalando jardines verticales en los muros grises que
bordean la M30, por otro lado insiste en pavimentar de gris nuestros parque y
plazas con adoquines, baldosas, cemento y bloques de hormigón.
El optar por un
modelo de jardinería en el que se sustituya gran parte de su superficie por
pavimento perjudica a la población que la usa o vive cerca de ella, pues en
lugar de crear islas de frescor amplifica el efecto isla de calor, además de no
contribuir a la renaturalización que es un sentir expresado por una parte de
esa población.
Son muchos los
parques y jardines de esta ciudad donde se está viendo esta práctica, por lo
que se concluye que esta es una nueva manera de entender los diseños de
jardines que desde ahora en adelante se pretende desarrollar. Otro tipo de
jardinería más natural es posible y necesaria. La ciudadanía necesita estar más
en contacto con la naturaleza. La Asamblea General de la ONU el pasado mes de
julio de 2022 adoptó una resolución que
reconoce el acceso a un medio limpio, sano y sostenible como un derecho humano
universal. Este derecho es aplicable también a un medio ambiente saludable en
las ciudades, ya que es un recurso
indispensable para lograr una salud
sostenible en las zonas urbanas. Traer una parte del
campo a la ciudad mediante una jardinería más ecológica y natural es contribuir
a ese derecho.
Los parques deben
ser más naturales, eliminando todo aquello que contribuya al deterioro de su
vegetación y de la fauna que esta pueda albergar y traer. Varios estudios lo
demuestran, como la reciente publicación del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que indica que la biodiversidad
de los organismos del suelo es esencial para el mantenimiento y la
sostenibilidad de parques y jardines.
Los grupos abajo firmantes defienden que otro tipo de jardinería es
posible y deseable y demandan que todas las deficiencias que expuestas sean
subsanadas, así como que se empiece a desarrollar un estilo de jardinería más
natural y ecológica, eliminando los máximos elementos artificiales que se
puedan de ella para que haya una conexión con el campo dentro de la ciudad.
Firman:
Asociación de Vecinos de Aluche, Entorno
Meaques Retamares, Mesa del Árbol de Carabanchel, Salvemos la Casa de Campo, TREPA, (Trabajadores especializados en Poda
y Arboricultura) ARBA, (Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono)
Arriba las Ramas, GRAMA, (Grupo de Acción para el Medio Ambiente) y
Ecologistas en Acción Madrid
Más
información:
Luciano
Labajos, portavoz de Ecologistas en Acción (+34 679 23 57 31)
Ana del Rincón, presidenta Asociación Vecinal
de Aluche (+34 695 95 17 84)